Por Germán Coloma
Por um motivo imprevisto, não pudemos publicar hoje a habitual coluna sobre economia. Pedimos desculpas pelo infortúnio, a colaboradora habitual regressará no próximo mês e, para não vos deixarmos sem algo para ler nesta segunda-feira, seleccionámos um poema sobre o amor microeconómico.
Quizás mi verso te resulte extraño;
Quizás mi rima te parezca fría,
Más, no teniendo ciencia ni arte otra, apelo, torpe, a la microeconomía.
Es que por vos mis curvas de demanda han girado y cambiado su pendiente;
Te miro y al hacerlo mas te ansío,
Tu utilidad marginal siempre es creciente.
Calculo tu elasticidad cruzada
Y contra todo bien mido mi afecto.
El resultado siempre tiende a cero,
Son todos sustitutos imperfectos.
No hay formula que exprese lo que siento,
No hay curva que grafique mis temores,
Ni tampoco isóclina que limite
La productividad de tus factores.
Veo tus isocuantas y me extasío,
E imagino la renta de tu abrazo,
Sueño con nuestros labios que se tocan
Como costos a corto y a largo plazo.
Y si, sin pretenderlo, te he hecho daño,
A tu isocoste imploro su perdón.
No pretendo la guerra de los precios,
Formamos trust, hagamos colusión.
Y aunque nuestro mercado sea imperfecto,
A tu monopolio me someto.
Bloquéese la entrada de otras firmas,
¡Yo quiero el monopsonio de tus besos!